
Aquí empieza tu transformación
¡Gracias por picarle al botoncito! Eso quiere decir que, en efecto, quieres hacer un cambio. Déjame adivinar. Tal vez te acaban de romper el corazoncito. Ya lloraste, ya escuchaste todas las canciones románticas, ya comiste helado, tu amiga ya te dijo "amiga date cuenta", "no te merece", "ya llegará el bueno cuando menos te lo esperes". Pero tal vez ahora ya estás en esa etapa a la D'Alessio de "hoy voy a cambiar" o de Karol G de "bichota". Con el puño de la mano, te limpias con coraje las últimas lágrimas que te quedan. Y ahora sí estás lista para seguir con tu vida. Herida sí, vencida jamás. Créeme, he estado ahí.
Lo primero que se nos ocurre cambiar es el cabello. Claro, es lo más fácil y lo primero que se nota cuando le haces algo. Hacerte un corte diferente. Pintarlo de un color inusual. Algo que le grite al mundo "estoy cerrando ciclos". Y no está mal. Pero, ¿y en unos meses que te vuelva a crecer? ¿O cuando se deslave ese fucsia que te pusiste?
Después, saliendo del salón, piensas: "Ahora me iré a comprar ropa nueva". Y después de horas y horas en el probador, terminas comprando la misma ropa de siempre. O tal vez sí te compraste algo diferente. Pero, ¿por qué compraste esa falda morada? ¿Cómo con qué te las vas a poner? Por supuesto, terminará en un rincón de tu closet. Al final, esa motivación se va esfumando. Y cuando menos piensas, ya estás de nuevo con cara de bulldog, en el mismo punto de partida.


O bueno, tal vez me fui directo al drama. Y en realidad tienes la intención de hacer un cambio por un objetivo meramente profesional. Sea la razón que sea, si vas a hacer el cambio hazlo bien. Y yo te puedo ayudar. Yo lo llamo activar el Hoppy Mode.
¿Qué es el Hoppy Mode?
Es ese estado que está dentro de nosotros y que solo hace falta sacarlo a la luz. Activarlo. Cuando eso sucede, irradias seguridad, felicidad, amor propio. Te sientes cómoda con lo que eres y con cómo te ves. Hoppy Mode es hacer un ejercicio de autoconocimiento y ver en el espejo a una persona que tal vez ni tú conocías.
¿Cómo lograrlo?
Mi enfoque de cambio se basa principalmente en un análisis profesional de colorimetría. Creo profundamente en el poder que tiene el color, no solo en nosotros, sino en la vida en general.

¿Has sentido que hay días donde de plano por más que te maquillas o te arreglas, no te gusta cómo te ves? Y al día siguiente, dices: "¡Wow! Hoy como que no me veo tan mal." Pero no sabes exactamente por qué sucede eso. Yo te digo: ¡Puede que solo sean los colores que estás usando!

Por si no me creían... Sin filtros ni trucos, aquí les muestro el efecto directo que tienen tanto los colores correctos como los incorrectos sobre mí. Una imagen vale más que mil palabras. (Y miren que yo soy de muchas palabras.)
Ahora hablemos del cabello. Cuando dicen "ahora quiero ser güera", ¿realmente saben qué rubio les queda? ¿O les da por pintarlo de rojo y al final descubren que no se ven precisamente como Roberta de Rebelde? Los rubios, castaños, rojos y colores de fantasía, van a depender de la temperatura de tu estación cromática. Así es, hay rubios fríos y rubios cálidos. Rojos fríos y rojos cálidos. Por eso, antes de pintarte el pelo es importante que sepas primero a qué estación cromática perteneces.

Cada persona tiene una colorimetría natural. Por lo tanto, los colores que nos pongamos pueden favorecernos o jugar en nuestra contra. Esto aplica no solo en las prendas que portamos, sino también en los tintes de cabello, en el maquillaje que nos apliquemos y hasta el color de lentes que usamos. Entonces, ¿quieres saber cuáles son tus colores?
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Ubicación
hoppymode
Cuauhtémoc, México